A partir de hoy, seré columnista de este ilustre periódico—porque Alfonso Tabuzzi tuvo la loca idea de aceptarme—y me dedicaré a escribir sobre el gremio con una mirada crítica y un toque feminista. Pero tranquilos, no voy a quemar brasas ni lanzar discursos moralistas. Solo voy a analizar, opinar y, cuando haga falta, señalar lo que pocos quieren decir en voz alta.

Algunos ya me conocerán por ahí, pero he decidido escribir bajo un seudónimo. ¿Por qué? Porque me gusta el misterio. O quizás porque el gremio es un lugar donde a veces es mejor tener un nombre de reserva (pregunten a cualquier capo y les dirá lo mismo). Nora Wills es el nombre que elegí porque suena fuerte, decidido, como si hubiera sido la jefa de una familia en los años 20. Y, bueno, porque encaja con lo que quiero hacer aquí: escribir con carácter.

¿De qué voy a hablar? De todo un poco, pero con una línea clara:
• Críticas al gremio (porque a veces hay que decir lo que otros callan).
• Biografías de mujeres relacionadas con la mafia (las de la historia real y las de ficción).
• Denuncias y situaciones que afectan a las mujeres en este mundillo.

Y como la cosa va en serio, pronto abriré una cuenta de Twitter para que, si alguna mujer necesita denunciar algo dentro del gremio, tenga un lugar donde hacerlo. ¿El nombre de mi columna? Aún lo estoy pensando, pero no se preocupen, que no tardaré en ponerle algo que suene bien en los titulares.

Así que aquí estoy, lista para escribir, analizar y—cuando sea necesario—poner el dedo en la llaga. Nos leemos pronto. Y recuerden: si se puede decir, se debe decir.