Durante la madrugada, Pérsico Crime Family, bajo el liderazgo de HeberRM, llevó a cabo un golpe contra Russo Calabrese, organización comandada por TommyCasso. Esta facción había logrado mantenerse entre las cinco más activas del gremio durante varias semanas. La clave del operativo fue lPlayour, quien, tras un meticuloso trabajo de infiltración, ejecutó el ataque en el momento oportuno. La intervención tuvo una duración aproximada de 20 minutos y fue presenciada por gran parte de la comunidad mafiosa, desatando una oleada de reacciones.

No obstante, mientras nos ponemos al corriente con la noticia, es necesario abordar un punto importante: la cobertura de este evento. "El Callao", otro medio informativo del gremio, se adelantó a la publicación y aprovechó la ventaja temporal para difundir su versión de los hechos. Sin embargo, su enfoque ha generado un poco de controversia en mi. En su artículo, se refirieron al ataque de Pérsico sobre Calabrese con frases como: "Aun que intentaron venderlo como un golpe maestro, la realidad es que esta movida era más predecible que un guión barato de película de mafias...". Luego, en el mismo párrafo, intentaron matizar con un "Sin menospreciar evidentemente la jugada que se han mandado".

Pero, estimados colegas de "El Callao", eso es exactamente lo que hicieron: menospreciar el trabajo de una familia.

El periodismo dentro del gremio mafioso tiene el deber de informar, y si bien es completamente válido imprimir un estilo crítico y hasta satírico en las columnas de opinión, hay una línea que no se debe cruzar. Minimizar el esfuerzo de una infiltración, sea de semanas o de días, es una falta de reconocimiento al estratégico arte de la guerra interna. Una infiltración no se mide por cuán predecible puede ser, sino por su ejecución y los resultados obtenidos. En este caso, Pérsico logró desmantelar a una familia que durante algunas semanas logró tener bastante visitas durante el horario diurno de américa latina, lo cual es un logro significativo sin importar las interpretaciones subjetivas.

Si vamos al caso, la historia de "El Callao" y sus integrantes no es precisamente de un linaje bélico. Sus raíces provienen de familias como Corleone Old House y Changretta, casas de tradición diplomática y conciliadora. Es fácil emitir juicios desde una postura pacifista, pero comprender y valorar el trabajo de infiltración y destrucción requiere haberlo vivido. La imparcialidad no es lo mismo que el desprecio velado.

No escribo estas líneas como una declaración de guerra, sino como un consejo de alguien que ha visto y vivido de todo en este mundo. Si como periodistas queremos asumir la crítica, también debemos aceptar ser criticados cuando caemos en la descalificación gratuita. Este gremio es un campo de batalla constante, donde cada familia emplea sus propias estrategias y cada golpe tiene una historia detrás. Restarles mérito a estas acciones solo desvirtúa el trabajo que todos hacemos por mantener viva la comunidad.